Como os decía el otro día, quiero hacer de este blog algo más personal, que dé mayores pistas de quien soy. Así que, con esta premisa, hoy os voy a enseñar un poco de mi nueva obsesión: el Patchwork.
¿A quién no le gustan las mantas hechas de retales, con maravillosos colores y un acolchado super chulo? A mi desde luego me encantan. Además, el Patch no se limita sólo a mantas (conocidas como quilts), sino que hay un montón más de posibilidades.
Para conocer un poco mejor este mundillo y empezar a hacer mis primeros pinitos, me apunté a un curso de iniciación en Blackoveja. Por si alguien todavía no conoce esta maravilla de tienda-taller, está en la calle Sagasta, en Madrid, muy cerquita de la Glorieta de Bilbao. Es preciosa, con una decoración vintage super creativa, unas telas y lanas preciosas y unos talleres geniales. El nuestro lo impartió Merche, la artífice de este maravilloso lugar.
Como veis, la tienda es una auténtica maravilla. Todo un derroche de bonitismo!!
Merche nos enseñó una técnica de Patch llamada Log cabin, con la que hicimos un bolso muy chulo. Lo mejor, además de aprender una nueva técnica que ya estoy poniendo en práctica con un proyecto que os enseñaré en unos días, es que pasamos un rato super ameno y en muy buena compañía. Fue un curso de 10!
El kit de iniciación
En proceso
Todas concentradas durante la clase
Tras cuatro horas (y un poco más en casa, que yo soy de las lentas), logramos un bolso así de chulo:
Este sábado vuelvo a por más Patch a Blackoveja, ya os contaré!!
Y vosotros, ¿conocíais Blackoveja?
¿Sois fans del Patch?
Besos,
Alba