Hola!
Ya os ha hablado varias veces (aquí y aquí) de las ganas que tenía de ver "Mi semana con Marilyn". Pues bien, gracias a la cortesía de Universal Pictures y Way to Blue, la vi la semana pasada.
El filme, que se estrena este viernes, nos traslada al rodaje de la película "El príncipe y la corista", primera incursión de Marilyn en la cinematografía británica y que coprotagonizó con el gran Laurence Olivier, a la vez director de la película. Cuando el recién estrenado tercer marido de Marilyn, el dramaturgo Arthur Miller, regresa a EEUU, la actriz y un jovencito ayudante de dirección, Colin Clark (interpretado por Eddie Redmayne), entablan una entrañable "amistad". Su tiempo juntos tendrá fecha de caducidad: una semana.
Un planteamiento atractivo que ha dado resultado a una buena película. Sobre la base de un sólido guión, el director, Simon Curtis, ha sabido dotar al filme de ritmo y ha dado todo el protagonismo a los actores. En concreto, a Michelle Williams. La actriz ha captado tanto el magnetismo que desprendía Marilyn como sus inseguridades y debilidades. Ha construido un personaje verídico: sus emociones, desde el miedo que la paralizaba a la euforia que le daba una energía única, resultan creíbles. Es fácil ver reflejada en ella a Marilyn. ¿Se merece el Óscar? Sí.
A ello contribuye sin duda el esfuerzo de Michelle Williams en locución. La actriz ha declarado que durante meses practicó para lograr el tono de vez y la cadencia de Monroe. Y lo ha conseguido. Su voz es débil, esquiva, dulce... muchos matices que aportan carácter y empaque a su interpretación. Espero que el doblaje al castellano haga justicia a Williams en este aspecto.
En cuanto al resto del reparto, Kenneth Branagh está muy bien en el papel de Olivier, dando vida a un actor respetado que quiere rendir a Hollywood a sus pies. No hay ni rastro del histrionismo del que hace gala en algunas ocasiones y en todo momento resulta interesante. Más floja es la interpretación de Julia Ormond dando vida a su mujer, Vivien Leigh, que parece más una mujer plana y gris que la gran diva que fue (pese a sus problemas). Judy Dench, por contra, demuestra su oficio y talento. En cuanto a Eddie Redmayne, sin estar a la altura del resto de reparto y en especial de Michelle Williams, no molesta en exceso.
Como puntos flacos de la película, destacaría esa falta de carisma de Eddie Redmayne, la ausencia de Arthur Miller y la caracterización de Michelle. Vamos por partes.
1. Redmayne. Teniendo en cuenta las inseguridades y temores de Marilyn, perfectamente reflejados en la película, no acaba de cuadrar que pudiera sentir atracción hacia un joven como el Colin Clark que dibuja Redmayne. Si bien en algunas escenas se muestra su determinación, como cuando se empecina el lograr un trabajo, en otras parece un pusilánime. Y son esas tomas las que restan credibilidad a la relación.
2. Arthur Miller. Si bien la historia se centra en la semana que el dramaturgo estuvo fuera, se echa de menos un poco más de interacción del matrimonio, que diera más pistas sobre el carácter de Marilyn.
3. Caracterización. Tanto maquillaje, como peluquería como vestuario son impactantes por su exactitud con Marilyn. Sin embargo, el cuerpo de Williams poco tiene que ver con el de Monroe. Se echa de menos que, más allá de la escena inicial, no se hayan empleado rellenos para dar un poco más de voluptuosidad a la actriz, ya que era una de las "marcas de la casa" de Marilyn.
Más allá de estos aspectos, "Mi semana con Marilyn" es una buena película, que te hace pensar en la fragilidad del ser humano y en la sensación de soledad y desamparo que muchas veces nos acompaña.
Muy recomendable.
Besos,
Alba
1 comentario:
¡¡Suertuda!!
Qué ganas de verla!! ;)
Un besazo guapita!!**
[ART&LIFE]
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